jueves, 11 de febrero de 2010

El método de Marx




El uso de la abstracción


Marx era un resuelto partidario del método abstracto-deductivo. Marx practicaba y aceptaba lo que las teorías modernas han llamado el método de las “aproximaciones sucesivas”, que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más concreto, eliminando suposiciones simplificadas en las etapas sucesivas de la investigación, de modo que la teoría puede tener en cuenta y explicar una esfera cada vez más vasta de fenómenos reales.

El principio de abstracción es por sí mismo incapaz de rendir conocimientos; las dificultades estriban en la manera de aplicarlo. Uno debe decidir en alguna forma de qué hacer abstracción y de qué no hacerla.

Los economistas no siempre han estado de acuerdo sobre sus objetivos. Podemos citar los problemas que algunos economistas muy conocidos se han planteado para su estudio: “la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones” (Adam Smith); “Las acciones del hombre en los asuntos ordinarios de l vida” (Marshall). No hay dos investigadores que manejen sus materiales incluso la manera de usar la abstracción exactamente en la misma forma.

Es de importancia distinguir y poner de relieve lo esencial en contraste con lo llamado no esencial. Pero a fin de hacer esto posible debemos saber qué es esencial. Poner de relieve lo esencial y hacer posible su análisis: ésa es la tarea específica de la abstracción.

En la práctica, se precisa formular hipótesis acerca de lo esencial, profundizar en estas hipótesis y comprobar las conclusiones con los datos de la experiencia. Debemos tratar de identificar sus hipótesis clave y descubrir, si es posible, de dónde las obtiene y cómo desarrolla sus implicaciones.

Como estudiante universitario, Marx se concentró en la ciencia del derecho y la filosofía, aspirando a una carrera académica. En 1842 acepto la dirección de la recién fundada Rheinische Zeitung.
Con este carácter entró en contacto por primera vez con problemas sociales reales y también con nuevas ideas sociales, particularmente las ideas socialistas y comunistas. A los pocos meses la Rheinische Zeitung fue clausurada por las autoridades y Marx se encontró libre. Se lanzó al estudio intenso del socialismo y del comunismo, de la historia de Francia y de la economía política inglesa. Su actitud ante la economía política se formó y determinó mucho antes de que decidiera hacer de los estudios económicos su principal ocupación.

Tenemos, en el justamente famoso prefacio a la Crítica de la economía política. Una declaración de Marx relativa a su desarrollo intelectual durante esos años decisivos.

Esto, deja claro que la principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, y muy especialmente el proceso del cambio social. La Economía Política es importante por sí misma, porque es en su esfera donde el ímpetu del cambio social ha de encontrarse. Marx no trataba de reducirlo todo a términos económicos. Intentaba más bien poner al descubierto la verdadera interrelación de los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social.

La clave del cambio social se encuentra en los movimientos del modo de producción. Marx se dedicó un estudio completo de la economía política, desde el punto de vista de las leyes que rigen los cambios en el modo de producción.

Siguió los conflictos históricos decisivos hasta sus raíces en el modo de producción, descubrió lo que él llamo conflictos de clase. Así, el Manifiesto Comunista (1847), después de una nota introductoria comienza: “La historia de todas las sociedades que han existido hasta aquí es la historia de la lucha de clases”. Las fuerzas económicas en acción se manifiestan en conflictos de clase baja el capitalismo como bajo las formas anteriores de la sociedad. Las relaciones económicas esenciales son aquellas que están debajo y se expresan en la forma de conflicto de clase. Éstos son los elementos esenciales que deben ser aislados y analizados por el método de abstracción.

Los economistas clásicos estaban también muy interesados en las raíces económicas de los conflictos sociales para el antagonismo social que ocupaba la mayor parte de su atención, tanto intelectual como emocional, era el conflicto entre capitalistas industriales y terratenientes. En consecuencia, subrayan mucho, la cuestión de la tierra y del ingreso derivado de la propiedad de la tierra. En realidad, sin el conocimiento de “la verdadera doctrina de la renta”, afirmaba Ricardo, “es imposible entender los efectos del incremento de la riqueza en utilidades y salarios, o averiguar satisfactoriamente la influencia de los impuestos en las distintas clases de la comunidad…”. Marx escribió “Nada parece más natural que empezar con la renta, con la propiedad agraria, puesto que está ligado a la tierra, la fuente de toda producción y de toda vida, y a la primera forma de producción en todas las comunidades más o menos establecidas, a saber, la agricultura”. “Nada podría ser más erróneo”. La razón que tenía para adaptar esta actitud es la clave de su procedimiento ulterior.
“El capital es la fuerza que todo lo domina en la sociedad burguesa” significa para Marx que la relación económica principal es la que existe entre capitalistas y obreros. “La relación entre el trabajo asalariado y el capital determina todo el carácter del modo de producción”.

“La sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan una a otra: la burguesía y el proletariado”. Esta relación debe ser el centro de la investigación; el poder de abstracción debe ser utilizado para aislarla. Requiere un procedimiento que implica dos pasos:
1) Todas las relaciones sociales, exceptuando las que existen entre capital y trabajo, hay que suponerlas provisionalmente alejadas, para reintroducirlas, una por una, sólo en una etapa ulterior del análisis.
2) La relación capital-trabajo debe reducirse a su forma o formas más importantes. Se refiere a las características y tendencias estructurales de toda la sociedad. “Nos ocupamos de los individuos –escribió Marx en el prefacio a El capital- sólo en la medida en que son personificaciones de categorías económicas, de peculiares relaciones e intereses de clase”.

Es una relación de cambio – El capitalista compra fuerza de trabajo al obrero; el obrero recibe del capitalista dinero con el cual adquiere lo necesario para la vida. El estudio de la relación capital-trabajo debe comenzar por un análisis del fenómeno general del cambio.
Marx. I parte del volumen 1º de El capital “Las mercancías”.

Todo lo que se destina al cambio más bien que al uso directo, es una mercancía; el análisis de las mercancías, por consiguiente, implica el análisis de la relación de cambio y su aspecto cuantitativo (valor de cambio); incluye, además, un análisis del dinero.

Cuando decimos estar operando en un alto nivel de abstracción queremos decir que consideramos un número relativamente reducido de aspectos de la realidad; enfáticamente, no queremos decir que aquellos aspectos que consideramos no sean susceptibles de investigación histórica y de ilustración factual.

Los resultados obtenidos en el volumen I tienen un carácter provisional. Se sigue de aquí que las tendencias o leyes enunciadas en el volumen I no deben interpretarse como predicciones directas del futuro. Su validez es relativa al nivel de abstracción en el cual han sido derivadas y en la medida de las modificaciones que deban sufrir cuando el análisis se lleve a un nivel más concreto.
Los volúmenes II y III tomar en cuenta factores que fueron conscientemente omitidos en el volumen I, es decir, llevar el análisis a niveles de abstracción progresivamente más bajos. Compilando los volúmenes II y III, Engels encontró mucho de material ilustrativo, pero ese material estaba “escasamente ordenado y mucho menos elaborado”.

Hay que hacer las tres preguntas que siguen relativas a las suposiciones simplificadoras (o abstracciones) que dan lugar a la crítica:
¿Están hechas con la debida consideración del problema que se estudia?
¿Eliminan los elementos no esenciales del problema?
¿Se abstienen de eliminar los elementos esenciales?

Si estas tres preguntas pueden ser contestadas en sentido afirmativo, podemos decir que se ha observado el principio de la abstracción apropiada. Este principio es de gran utilidad para la prueba de pertinencia y validez de una parte considerable de la crítica de Marx.

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